La artroscopia es un tipo de endoscopia. Consiste en la visualización de una articulación, como puede ser la rodilla, con el fin de observar el menisco y el resto de su anatomía interna.
Esto se logra con el uso de un artroscopio, un instrumento parecido al endoscopio, de menor longitud, y adaptado de cierta forma para ser más utilizable en una articulación. Existen dos formas de artroscopia: la terapéutica y la diagnostica.
El uso de la artroscopia está delimitado a cirugías de la especialidad de Traumatología y Cirugía Ortopédica, siendo las principales intervenciones en las que se hace uso de esta técnica mínimamente invasiva las siguientes:
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Cirugía artroscópica de menisco
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Cirugía de reconstrucción de ligamentos cruzados por artroscopia
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Artroscopia de cadera
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Artroscopia de hombro
Cirugía Artroscópica
Artroscopía de Rodilla
Artroscopía de Hombro
Artroscopía de Cadera
En los últimos años, los avances tecnológicos en materia de alta definición de los monitores y cámaras, así como la generalización de las tecnologías de imagen 3D, han permitido a los cirujanos optimizar la precisión de esta técnica así como reducir los riesgos gracias a la mejora en la calidad de la imagen y a la percepción de profundidad que proporciona la tecnología 3D.